

Cada 25 de noviembre reaparece la urgencia de recordar, de nombrar lo inadmisible: la violencia de género no se supera guardando silencio. Celebrar este día no es un acto simbólico, vacío, sino un registro público, una declaración de que la sociedad no puede permitir que una mujer muera a manos de quien un día le prometió amor. Hasta hoy, en España se registran 1.324 mujeres asesinadas por violencia de género desde 2003 (fuente: Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género https://violenciagenero.igualdad.gob.es/). A ese total, se suman las cifras desgarradoras de la violencia vicaria: hijos/as que pierden la vida como instrumento de dolor hacia su madre, una forma extrema de maltrato secundario que exige mirarse como sociedad.
Durante décadas, las políticas han centrado su esfuerzo en proteger a la víctima mediante refugios, atención sanitaria, órdenes de alejamiento y recursos sociales. Eso es necesario, pero no suficiente. Hoy urge desplazar el foco hacia el hombre agresor, hacia la génesis de la violencia. Prevenirla requiere educar desde la raíz, cuestionar mandatos y transformar la masculinidad. En Argentina, programas de talleres de “nuevas masculinidades” han sido exitosos al invitar a los hombres a repensar su identidad y responsabilidad afectiva. Estos talleres enseñan que la vulnerabilidad no es debilidad, que cuidar es un acto valiente y que el poder no necesita fuerza. Nuevas masculinidades propone educar y reconstruir el ideal masculino desde la empatía, el cuidado, el respeto y la autocrítica.
Ese cambio debe empezar muy temprano. En guarderías y colegios hay que incorporar la corresponsabilidad como motor educativo; reconocer que hoy la mujer ya no debe soportar sola el peso del hogar ni de la crianza. Enseñar desde la infancia que compartir, cuidarse no es un favor, sino justicia. Focalizar la intervención en el hombre no debilita a la mujer: fortalece el tejido social, desactiva el ciclo del odio y reivindica el vínculo humano.
Recomendaciones literarias
Para quienes deseen profundizar en estas reflexiones, estos títulos publicados en España ofrecen caminos críticos y transformadores:
Cada uno de estos libros puede ofrecer herramientas —teóricas, emocionales o simbólicas— para comprender, repensar y actuar contra la violencia de género desde su raíz masculina.
Receta de tarta de tortitas con crema de arce.
Rinde: 6 porciones
Dificultad: Media
Ingredientes (tortitas):
Ingredientes (relleno):
Preparación:
El otoño avanza con su aroma a calma y su luz dorada. Disfruten de cada tarde tibia, de cada lectura y de cada bocado compartido.
Link a la columna de octubre: https://www.actecanarias.es/es/node/1965
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