Frase de la BIBLIA:

Génesis 30:14.

Fue Rubén en los días de la cosecha de trigo, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces Raquel dijo a Lea: dame, te ruego, de las mandrágoras de tu hijo.

Reflexión:  La mandrágora ha sido considerada una planta maldita, en este pasaje de la Biblia la planta es apreciada por ser buena para la fertilidad de las mujeres. Sin entrar en consideraciones al respecto, solo les apunto que es una planta, para mí, fascinante, y que, de vez en cuando, soy una mandrágora.


Soy LA EXTRAÑA,

LA MANDRÁGORA

que muestra las sombras revolucionarias

donde se encuentran los muertos insurgentes

y los templarios a caballo elevando el iniciático camino.

Soy la que vuelve a la flor de lis calcárea,

se come sus pétalos y procrea hijos,

para embellecer los aparentes infiernos…

Soy LA EXTRAÑA que pacta con los dioses

un incalmable roce de estrellas fugaces,

pirotecnias, de delicados maitines circulando

en una estoica loza,

recubierta de esculpidos sentimientos estrangulados,

en la que arde mi hora,

entre todas, mía,

mi hora no resignada,

llamas abajo, mía,

soldada a mi cuerpo…

Del poemario LIT Y LA MANDRÁGORA. Autora Albertine de Orleans.

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