Tu caricatura exagera un poco algunos rasgos. ¿Cómo te ves en este retrato?

Veo una imagen joven y con pelo que me mira y me dice que debo contestar este cuestionario solo con la verdad y nada más que la verdad. 

Si tu carrera o trayectoria fuera una historieta, ¿cuál sería el título del primer capítulo?

Seguimos….a pesar de todo.

Hablemos de tu día a día. ¿Cómo es una jornada típica en tu vida?

Por las mañanas, tras desayunar, practico deporte, consulto el ordenador, voy al supermercado y preparo la comida. Por las tardes, leo, escribo, asisto a tertulias y actos sociales y por las noches me acurruco junto a mi mujer.

Seguro que en tu camino has tenido momentos difíciles. ¿Alguna anécdota que te haya marcado y de la que aprendiste algo valioso?

La muerte de mi padre cuando tenía 17 años. Teníamos una tintorería y me tuve que poner al frente. Vi cómo había personas que me querían engañar con los precios a partir del primer día. Ahí aprendí a ver una faceta del ser humano que desconocía.

Para quienes te admiran o siguen tu trabajo, ¿qué consejo les darías?

Paciencia, honestidad y haced el bien a vuestro alrededor. 

Si tu proceso creativo fuera un platillo de comida, ¿qué ingredientes tendría y cómo se prepararía?

Chorizo con huevos fritos y una buena base de papas fritas cocinadas con el fuego lento de la reflexión y paciencia. El chorizo, mi lado más animal, unido a la chispa del chisporroteo de los huevos fritos cuando los echas a la sartén con el aceite bien caliente.

¿Qué personaje de tus libros te daría los peores consejos de vida? ¿Y cuáles serían?

Sin duda, uno de esos profesores que describo en la sala de reuniones del instituto de mi novela ¨El pino¨. 

Me diría: “No confíes en nadie, ni siquiera en tu sombra” o "No te compliques la vida con la preparación de las clases, para lo que se van a enterar".

Si tus libros fueran convertidos en un parque temático, ¿qué atracción sería la más popular?

La Montaña Rusa de las Contradicciones: un recorrido lleno de giros argumentales inesperados, donde nunca sabes si la historia acabará bien o mal y en la que subes pensando que sabes quién eres y sales con más preguntas que respuestas… pero felizmente confundido

¿Qué libro te gustaría haber escrito, pero solo si pudieras haberlo hecho con un colaborador absurdo?

La Biblia o El Corán, con Groucho Marx. 

¿Cuál ha sido la interpretación más extraña que un lector ha hecho de tu obra?

No recuerdo ninguna.

Si tuvieras que recomendar tu libro a un extraterrestre, ¿cómo se lo explicarías?

Es un dispositivo que contiene las frecuencias emocionales de un humano sin nombre. Al interactuar con él, experimentarás una simulación de sus contradicciones: la risa, la tristeza, la duda y el anhelo.

Si los protagonistas de todos tus libros tuvieran que competir en un reality show, ¿quién ganaría y con qué estrategia?

Ganaría el más silencioso. Fingiría que no le importa nada… hasta que todos los demás se autodestruyesen por exceso de ego.

Si tus libros tuvieran efectos secundarios como un medicamento, ¿cuáles serían las advertencias en la contraportada?

Puede provocar risas inoportunas, pensamientos incómodos y repentinas ganas de escribir un poema.

¿Qué aplicación ridícula inventarías específicamente para escritores? ¿Cómo funcionaría?

ProcrastinApp: te bloquea el procesador de textos y las redes sociales hasta que limpies la casa, vayas al súper y tengas la comida preparada.

La app QBuenoEres: traduce cualquier cumplido en un 'Sigue trabajando'.

Si tus libros tuvieran una banda sonora, ¿qué canción sería la más inapropiada pero secretamente perfecta?

“La vida es un carnaval”, de Celia Cruz. Porque, incluso cuando mis personajes se hunden, algo dentro de ellos sigue bailando.

¿Qué objeto de tu escritorio cobraría vida en una película de Pixar sobre el proceso de escritura y qué personalidad tendría?

Mi taza de café con complejo de editora: “¿Otra vez vas a borrar eso? ¡Déjalo así y mándalo ya!”

Si tuvieras que explicar tu libro más reciente utilizando solo emojis, ¿cuáles usarías y en qué orden?

Lo siento. No uso.

Si tus novelas fueran condimentos, ¿cuáles serían y con qué platillos combinarían mejor?

El ajo para dar un sabor intenso (la verdad cruda), la sal aportaría ese toque necesario de realismo (las lágrimas, el sudor de la vida) y el aceite de oliva virgen sería la chispa de humor y humanidad. 

Sencillos, intensos y esenciales. Van bien con cualquier historia que tenga un poco de alma.

¿Qué personaje de la cultura pop sería el peor para adaptar tu obra a otro medio y por qué?

Belén Esteban, si es que es un personaje de la cultura pop, porque representa toda la incultura y analfabetismo cañí llevado al extremo más absurdo. Acompañada por Bertín Osborne, por supuesto.

Si tuvieras que resumir tu estilo literario usando solo eslóganes de publicidad, ¿cuáles elegirías?

Cómprelo, léalo y, si encuentra algo mejor… Felicidades. 

Cierre con chispa: Si fueras un personaje de una tira cómica, ¿cómo te llamarías y cuál sería tu superpoder?

Me llamaría El Paseante Filosófico. Mi superpoder sería lanzar ráfagas de duda, que convirtiesen el día a día de las personas en una tranquila necesidad de sentarse a pensar, charlar con un amigo o amiga, leer un libro en papel o dar un largo paseo.

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