La buganvilla es una planta común en las islas Canarias, una trepadora popular, adaptada a su clima soleado, donde florece abundantemente casi todo el año. Necesita mucho sol, suelo bien drenado y cuidados de poda para mantener la forma que queramos darle. Sus flores se confunden con las brácteas, que son hojas de colores vibrantes modificadas que rodean a las verdaderas flores, que son pequeñas y blancas.

Comúnmente se le conocen como buganvilla, pero también se llaman Santa Rita o Trinitaria. La especie más común en Canarias es la Bougainvillea Glabra. La planta es originaria de Brasil.

Florece de primavera a otoño, y en climas cálidos como el de las islas, puede hacerlo de forma casi continua. Las brácteas son de color magenta, rosa, naranja, rojo y blanco.

Debe regarse moderadamente, dejando que la tierra seque entre riegos. La poda es fundamental para controlar su crecimiento desmedido y estimular la floración.

La buganvilla puede ser atacada por plagas como el pulgón o la araña roja, especialmente si no se detecta a tiempo acaba con ella.

Es una planta muy ornamental y trepadora, se utiliza para tapar paredes y cubrir terraplenes, o laderas, o para embellecer determinados lugares. Puede usarse como setos frondosos, y en jardín, o plantar en macetas. Su cultivo es fácil, de crecimiento rápido y poco exigente. Se multiplica por esquejes.

Lo más curioso de esta planta como ya hemos avanzado es que las partes coloreadas que vemos no son las flores, las flores son diminutas y poco llamativas, son las brácteas, esto ocurre también en la Flor de Pascua, típica en Canarias, ya hablaremos de ella.

La buganvilla debe su nombre al navegante francés Louis Antoine de Buganvilla (1729 – 1811), quien la trajo a Europa tras finalizar su viaje de exploración científica alrededor del mundo. La buganvilla fue una de las numerosas plantas que este navegante francés dio a conocer. En realidad, la descubrió para la ciencia el botánico que llevaba a bordo, Fhilibert Commerson. Es una historia de descubrimiento científico del siglo XVIII, aunque realmente fue la ayudante del botánico quien la recolectó y clasificó, Janne Baret, durante el tiempo que duró la expedición. Como dato anecdótico las mujeres no tenían permitido ser científicas, y para ayudar al botánico que estaba enfermo, se vistió de hombre, y a raíz de eso se le conoció como la científica que dio la vuelta al mundo vestida de hombre. Este hecho se publicó en El mundo por Pedro Cáceres y merece la atención porque Janne Baret no publicaría sus trabajos científicos hasta la publicación de su libro “El descubrimiento de Janne Baret”, en 2010, por la escritora Glynis Ridley, y, recientemente el biólogo Eric Tepe, ha honrado su recuerdo aplicando su nombre a una nueva especie vegetal recién descubierta, Solanum baretiae.

*Fuentes: Flora canaria

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