Carlos A. Guilarte es un escritor, poeta y cantante canario, que cuenta con una extensa actividad en el ámbito de la creación artística y la dinamización cultural. También conocido por su faceta musical (Dadda Wanche), bajo la cual ha publicado numerosos trabajos en solitario y colaboraciones. Hoy nos habla de su poema Resucitar el amor.
Resucitar al amor es un poema recogido en su último poemario titulado Dulces Flores de Eternidad. El libro publicado recientemente por la prestigiosa editorial Le Canarien, constituye el sexto poemario del autor, consolidando una amplia carrera artística de este escritor que comparte dos facetas creativas: La literaria y la musical.
También conocido como Dadda Wanche, el poeta y cantante tiene por costumbre incluir en sus libros, siempre que se da la oportunidad, audiolibros en los que se entrelazan poesía y música, proyectando la experiencia del lector a un plano sensorial más amplio.
En esta nueva obra, Carlos A. Guilarte vuelve a unirse al músico, productor e interprete palmero Abel Cordovez, con quien comparte además una extensa carrera musical en común con tres discos publicados. El resultado es un audiolibro que incluye ocho poemas seleccionados de entre los que conforman el poemario.
Resucitar al amor es uno de los textos elegidos por el autor para ser musicados en el audiolibro que incluye el poemario y al cual se puede acceder a través de un código QR disponible en la contraportada del libro. La edición cuenta además con las sublimes ilustraciones de la joven dibujante Marianne Hernández, afianzando la vocación multidisciplinar de la obra.
Con poemas recitados por el autor - también participa la cuentacuentos Silvia Torrents aportando su voz a uno de los poemas- y la magistral ambientación musical de Abel Cordovez, el audiolibro de Dulces Flores de Eternidad contiene cuatro poesías recitadas y cuatro convertidas en canción.
Resucitar al amor es un canto a la vida y a su condición efímera y pasajera. Pero es esta finitud mortal, precisamente, la que convierte la experiencia de vivir en un acto emocionante y paradójicamente eterno. La pasión vital del encuentro y la posibilidad misma de amar y ser amado, dota al hecho existencial de una plenitud inmortal que redime la condición entrópica de la carne.
El poema es interpretado por el propio Abel Cordovez en clave de Bossanova, estilo que confiere a la canción el encanto nostálgico y ese matiz de ensoñación embriagadora que el texto emana. Un himno a la trascendencia del amor, como vehículo inmaterial que dota de sentido y permanencia a nuestras vidas, que aunque breves y fugaces, liban de la poesía y su canto, el dulce néctar de eternidad.
Resucitar al amor
Y si el amor y la vida nunca se acabaran
nada importaría no habría emoción
Y de qué sirve vivir por siempre
si no se conoce la suerte
de morir en otros labios
y resucitar al amor
Para qué quieren los ojos la vista
las manos el tacto
olfato memoria e imaginación
si no se anhela y desea con furia
como el mar que trajo
lo que se llevó
No hay distancias en mi pensamiento
no existen tamaños
tiempo o dimensión
solo viven sueños
mundos habitados
galaxias con centro
en mi corazón
Puedo hablarte cerca
acariciar tu pelo
puedo tantas cosas
que he sentido yo
con solo pensarlo
estás a mi lado
lejos de este mundo
unidos los dos
Y si el amor y la vida nunca se acabaran
nada importaría no habría emoción
y de qué sirve vivir por siempre
si no se conoce la suerte
de morir en otros labios
y resucitar al amor.
Web del autor: www.palabraycreacion.com
Instagram: @palabraycreacion.com
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