JESÚS

TÍTULO: Monólogo al sol

AUTOR: Jesús Abreu

Arde la tarde.

En el mar repiquetea el sol.

Los cuerpos brillan como victorias aladas,

tu brillas oliendo a falso coco

tumbada en la toalla de arena.

Ya no fumo, siempre fumé en la playa,

ya no bebo en la playa, solo agua.

Prefiero playas fantasmas,

pero hoy no me importa la gente.

Estás callada. Con cada cara – cruz

intentas teñirte, oscurecer,

conseguir tostarte, a vista del otro

regalarte una imagen aventurera.

Dejaré el libro, me sentaré.

Hablo con la vista a la gente

que está a mi alrededor.

Oigo sus miradas largas o furtivas

curioseando mi curiosidad.

El bullicio logra contraer el tiempo,

aunque en la playa me exilio del reloj.

En la playa brota el día desde arriba

en la playa no propongo nada  


cande

TÍTULO: Y si te dijera

AUTORA: Cande Rguez.

Y si te dijera

que la arruga me serena.

Que el lento andar no me agobia.

Que tampoco importa si te gusto.

Que duermo tranquila,

bien y dulce.

Que el hambre es poca

y la comida rica.

Que el nieto es un sol

y la hija la luna.

Yo envejezco contenta.

Y si tú quieres

a mi lado camina.


Título: Pinceles de ausencia

Autora: Tania Ramos Morales

    A la memoria de nuestro profesor

        Rafael Orta Amaro, poeta y escritor.

  «Pensamiento mío, vuela, ve a buscar otros lugares...»

          Úrsula Céspedes de Escanaverino

«Pensamiento mío, vuela,

ve a buscar otros lugares...»

Donde huya la soberbia hallada 

en el tiempo, 

la verdad de una voz me haga vibrar,

y pinceles de ausencias 

no traigan silencios.

«Pensamiento mío, vuela...»

adonde nazcan palabras

que penetren secretos,

y no rocen espinas de temor.

Donde los gozos no busquen nieblas,

y el sarcasmo no sea la venganza

del dolor. 


TÍTULO: El cielo roto de Gaza

AUTORA: Dulce Mª Díaz

La tierra tiembla, el cielo llora,

la muerte ronda sin razón.

La historia escribe con metralla

y, el mundo mira y se desmaya.

Gaza no tiene noche

no alcanza a ver el día;

su silencio, ha aprendido a gritar

bajo las ruinas del mediodía.

Las bombas caen, el tiempo muere,

y el odio siembra su canción.

Solo el silencio cuando quiere

grita más fuerte que un cañón.

La noche en Gaza no descansa,

truena el terror sobre los techos,

niños con miedo en la garganta,

sin leche, sin luz, sin derechos.

Mares de polvo y fuego

sobre hospitales sin consuelo,

y madres, con sus hijos muertos,

gritan oraciones al cielo.

Las casas se doblan,

las manos ya no alcanzan

a tapar los ojos

ni, a abrazar a los que faltan.

Una madre grita al cielo

pero no sale voz,

solo, un terrible temblor

ante ese mundo feroz.

Gaza muere por esa bandera asesina

tras un misil, un avión o un dron.


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