Toñi Alonso Rodríguez
Toñi Alonso Rodríguez

Me preguntan dónde y cómo encuentro los datos muchos de ellos curiosos, de las biografías que realizo, y parece complicado, pero es mucho más sencillo de lo que pensamos. Querer saber de un personaje de nuestro árbol genealógico se convierte en una ventana abierta a un cuento muy, pero que muy especial.

Comenzamos armando el árbol genealógico con los nombres de los padres, abuelos y bisabuelos si los conocemos, y nos dirigimos a los “Archivos”. El Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna, nos ofrece los libros sacramentales de las parroquias (de casi todas) de las Islas Occidentales. Y así vamos construyendo su historia de vida. En los asientos tanto de bautismo, como matrimonios e incluso de enterramientos nos encontramos detalles que nos ayudan a completar el relato de cada persona encontrada.

Les invito a hacer una transcripción lo más exacta posible de lo que encontremos, porque hacer un trabajo riguroso es importante, y anotar siempre el libro del que se trata y el folio.

Búsquedas curiosas en herramientas menos formales pero que nos ayudan.

Si el personaje que buscamos fue conocido por algún hecho concreto, por ejemplo, fue músico en nuestro pueblo. Entonces comenzaremos por los buscadores de internet, ponemos tantos datos como sepamos, y nos perdemos entre las páginas que nos muestran o vamos seleccionando entre ellas. Las páginas de periódicos, universidades, archivos, boletines estatales, etc. nos darán más seguridad. Podemos acudir a blogs especializados de genealogía o publicaciones que sabemos de antemano que cuentan con un prestigio.

Cuando ya tenemos algún dato fiable, los archivos son nuestro tesoro. Nos vamos a ellos para recorrer desde protocolos notariales hasta listados de cualquier índole dónde encontraremos datos realmente curiosos.

Búsquedas curiosas en herramientas menos formales pero que nos ayudan.

Si el personaje que buscamos fue conocido por algún hecho concreto, por ejemplo, fue músico en nuestro pueblo. Entonces comenzaremos por los buscadores de internet, ponemos tantos datos como sepamos, y nos perdemos entre las páginas que nos muestran o vamos seleccionando entre ellas. Las páginas de periódicos, universidades, archivos, boletines estatales, etc. nos darán más seguridad. Podemos acudir a blogs especializados de genealogía o publicaciones que sabemos de antemano que cuentan con un prestigio.

Cuando ya tenemos algún dato fiable, los archivos son nuestro tesoro. Nos vamos a ellos para recorrer desde protocolos notariales hasta listados de cualquier índole dónde encontraremos datos realmente curiosos.

El Archivo Histórico provincial de Tenerife.

En los Archivos Históricos[1], se conservan documentos de valor cultural e indispensables para el estudio de investigación que realizamos.

Este archivo se encuadra dentro de los Archivos estatales del Ministerio de Cultura, el enlace para conocerlo mejor es el siguiente:

http://censoarchivos.mcu.es/CensoGuia/archivodetail.htm?id=54506


[1] Los Archivos Históricos son instituciones generalmente de carácter público. El enlace para el Archivo Histórico de Tenerife en la red social Facebook es: https://www.facebook.com/archivoshistoricotfe/about/

Las Hemerotecas

Se dispone online de dos grandes plataformas de información. Un acceso rápido a las hemerotecas de las dos universidades públicas de Canarias.

Universidad de Gran Canaria, “Jable”: https://jable.ulpgc.es/

Universidad de La Laguna, “Maresia”: https://www.ull.es/servicios/biblioteca/servicios/maresia/

Las publicaciones de los periódicos antiguos pueden ser verdaderos tesoros, podemos encontrar a nuestros antepasados en relatos que nos ayudarán a conocer más su paso por esta vida. Los oficios, si tuvieron cargos políticos, si pagaron o debieron impuestos, si fueron reclutas o bien desertores en el momento, y un sinfín de acontecimientos que fueron reflejados en los diarios que una vez estaban en papel y ahora están digital. Esto nos hace conocer la Historia.

Nacimiento de una historia a partir de un asiento eclesiástico.

Investigando en el libro de Enterramientos de la parroquia de Santa Ana, me llamó la atención un enterramiento de dos hombres que no eran vecinos del pueblo de Candelaria, al extractar el mismo supe que tenía que seguir el rastro de aquellos nombres. En el libro n.º 5, folio 120, el enterramiento de Emilio Chávez García y Ángel Domínguez Martínez. La copia literal dice así:

En el pueblo de Candelaria, Obispado de Tenerife, provincia de Canarias, a ocho de marzo de mil novecientos dieciséis, Yo el infrascrito Ecónomo de la de Santa Ana, conferí sepultura cristiana al cadáver de Emilio Chávez García y al de Ángel Domínguez Martín, que fallecieron en el punto llamado “Cueva Bermeja” a causa de las heridas causadas por la Guardia Civil. Se autoriza el enterramiento de los citados cadáveres en el cementerio de este pueblo, acto que ha de verificarse inmediatamente por haber transcurrido ya las veinticuatro horas de su fallecimiento. Candelaria a 8 de marzo de 1916. El juez municipal- Pedro Castellano- sr. Encargado de cementerio de este pueblo. Certifico que la precedente acta es copia íntegra de la papeleta de enterramiento del Sr. Juez. Doy fe. (Firma) José Trujillo Trujillo.”

Iniciamos la investigación para entender el porqué de este enterramiento, y quiénes eran Emilio Chávez García y Ángel Domínguez Martín, encontramos respuesta en los periódicos del momento: El progreso, La Opinión, La Gaceta de Tenerife, y Diario de Tenerife.

En los últimos días del mes de febrero de 1916, algunas opiniones vertidas en los diarios, hablaban de altercados derivados de las condiciones en qué se encontraban los reos de la cárcel de San Miguel ubicada en el barrio del Toscal de Santa Cruz de Tenerife. Se produce la huida de la misma, de cinco presos, sus nombres: Emilio Chávez García, Ángel Domínguez Martín, Manuel Antonio Palacios, Francisco Gallego Cabeza y Demófilo Barreto Casaña. Dice el diario: “se constituyeron en cuadrilla realizando diferentes fechorías”. Los delitos diferentes fueron robos.

Emilio Chávez García y Ángel Domínguez Martín, habían entrado en la cárcel, los dos por el mismo motivo, robar gallinas. El juez de Güimar pudo tomarles declaración, muriendo Emilio a las dos horas de ser herido y Ángel seis horas después.

Se les vio por la zona Sur de la Isla, por Barranco Hondo, en Candelaria, y relata el diario El Progreso, que el padre de Emilio Chávez, les preguntó por la noticia del fallecimiento de su hijo, y que al no tener confirmación en ese momento no se la dieron. Este mismo diario indica que los problemas derivados de tener pocos vigilantes en la cárcel y las condiciones pésimas de la misma, fueron hechos causantes de la fuga de los cinco presos. Y va más allá en sus críticas ante la situación acaecida.

El fugado Demófilo Barreto Casaña, se indica sin confirmar la noticia, solo como un rumor, que fue encontrado herido en una cueva.

Como ejemplo nos sirve el anterior, pero si cada uno de los lectores busca su propia historia y la completa, o al menos, la rellena en gran parte, valdrá la pena “perder” el tiempo entre Archivos, Bibliotecas, y entrevistas a nuestros mayores, porque la Historia Oral es la más débil y la que tenemos que proteger y divulgar.

Si ha gustado este artículo, puede leer mi artículo anterior:   https://www.actecanarias.es/es/node/1619

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