Querida Ana:
Las Palmas de Gran Canaria a 2 de junio de 2025
Querida Ana:
¿Qué tal está siendo este final de curso? Seguro que pronto podrás disfrutar de las tan merecidas vacaciones de verano.
Aquí los días comienzan a ser de ese azul maravilloso que siempre nos gustó desde la niñez, un cielo espléndido, donde los ángeles dibujaban a su antojo esas imágenes que nosotras debíamos averiguar, ¿lo recuerdas? Hubo un verano en el que se nos antojaba que entre nube y nube galopaban los unicornios alados, tan a lo lejos que apenas podía percibirse su imagen. En otra ocasión visualizábamos un cielo lleno de algodones e imaginábamos a los angelitos saltando sobre ellos mientras brincábamos en la cama de mis padres, ja, ja, ja, … Qué recuerdo tan divertido, cuando apareció mi mamá enfadadísima, echándonos la bronca porque mi padre nos había escuchado saltando y temía que fuésemos a romper la cama; ella nos habló en tono de enfado, mientras nos guiñaba un ojo y se sentaba al borde del colchón, también brincando y, aguantándose la risa. Tapaba su boca para que no se escuchase desde el salón todo el alboroto, pero sus ojos lo decían todo, parecían gritar de felicidad.
Imágenes de Inma Flores 
Y el mar, no te puedes imaginar lo bello que está. Por las tardes, cuando vengo del trabajo, veo cómo se dibuja un camino plateado sobre él, invitando a visitar el infinito. El sol se va escondiendo tras lontananza y los recuerdos afloran, llenos de colores, como nuestras toallas de baño, y nuestras risas al subir la marea y llevarse “hacia el fondo del mar” nuestro castillo, donde seguro vivirían algunas sirenitas con tiaras de princesas.
No te puedes imaginar las ganas que tengo de verte y abrazarte, de correr por la arena con los pies mojados de ilusiones y lleno de futuro el corazón. Me parece tan dura esta separación que lo que me mantiene sonriente es el pensar que muy pronto, en menos de un mes, volveremos a estar juntas. ¿Qué te parece si voy preparando unas cometas? Hace años que no hemos vuelto a echar a volar las que hicimos el verano del 93, seguro que aún están llenas de vida, y si no crearemos unas nuevas, esta vez con purpurinas, porque el brilli-brilli se creó para celebrar las tardes de verano y los encuentros de amistad.
Espero poder volver a verte pronto, y hacer un viaje relámpago a Lanzarote para visitar a Julia, ¿la recuerdas?
Recibe un fortísimo abrazo, previo a todos los que te esperan cuando nos volvamos a ver. Tu amiga, que tanto te extraña,
Irene Bulio
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