El martes, 27 de mayo, tuvo lugar un nuevo encuentro del Club de creación literaria Alisios de Verso y Prosa en la Biblioteca Puntalarga de Candelaria.
En esta ocasión recibimos la visita del escritor tinerfeño Javier Hernández, quien nos habló de su trayectoria laboral y literaria, compartiendo con nosotros algunos de sus textos.
El próximo mes será un encuentro muy especial, porque nos reuniremos tres colectivos de Acte, Entreversos, Hiperbólica letra y Alisios de Verso y Prosa para cerrar la temporada de actividades antes del merecido descanso del verano.
AUTOR: Lange Aguiar
TÍTULO: Letras de vida
Escribir es un acto profundamente humano que va más allá de la simple transcripción de palabras plasmadas en letras en un papel, ordenador o servilletas de un bar. Para un poeta, escribir versos es una forma de capturar la esencia de la experiencia, de transformar lo efímero en algo perdurable, bello, atrevido, valiente… Las palabras, las letras, los versos se convierten en herramientas para explorar y expresar emociones, deseos, sueños… Creando imágenes que resuenan en el lector y evocan sentimientos profundos y despiertan sensaciones dormidas.
Para un novelista, escribir es construir mundos, potenciar la imaginación, viajar en el tiempo, desarrollar personajes y contar historias que reflejan la complejidad de la vida vivida, soñada o deseada. A través de la narrativa, se pueden plasmar anhelos, placer, sufrimientos y también denuncias y reflexiones sobre la sociedad. Las letras dibujadas en un papel se convierten en un espejo que refleja no solo la realidad del autor, sino también la del lector.
La expresión de emociones y sentimientos a través de la escritura puede lograrse mediante el uso de metáforas, simbolismos y un lenguaje evocador. Los autores pueden jugar con el ritmo y la estructura de sus obras para amplificar el impacto emocional. Al narrar acciones y propuestas, se puede invitar al lector a reflexionar y a involucrarse en un diálogo interno, fomentando una conexión más profunda con el texto.
En resumen, escribir para mí es todo eso y mucho más. Es un calmante, un relax, un viaje al centro de mi alma, un despertar de recuerdos, un denunciar lo injusto y construir con mis letras paz, armonía y compromiso por una humanidad que evoluciona y se construye de una manera hermosa. Es un arte, un momento, una acción que me permite explorar y comunicar lo inefable, lo intangible, lo buscado y no encontrado , lo ardiente y el existencialismo con el que intento ir creando puentes entre mis propias experiencias y las del mundo que me rodea.
Escribir para mí es vida.
AUTOR: Jesús Abreu
TÍTULO: Escritura
Puñal, caricia, grito, beso,
dolor, placer, realidad, sueño,
denuncia, magia, duelo,
pozo negro, desagüe, sumidero,
risa, llanto, salir a dentro,
enseñanza, designio, de nuevo,
llegar a las estrellas, al suelo.
Abstracción obstinada
de no perder conocimientos
de no perder sentimientos
en una vacante en barra libre
quebrantando la blanca
soledad del papel, en descargue
de un río de símbolos que brotan
desde el gris y el rosa, en señales
eléctricas hacia el concreto
e inconcreto mensaje dando
luz u oscuridad, que revuelvan
o aplaquen las entrañas
del derrame en el acuerdo del otro.
AUTORA: Marisol García
TÍTULO: La Escritura
La conocí después de ser adulta.
Esa amiga hermosa, comprensiva, que te escucha sin corregirte, sin censurarte, que te deja volar libre, sin filtros.
Permite que abras tu pecho y tu corazón alado vuela hacia lo más íntimo.
Recóndito lugar donde las hadas, las mariposas, el soleado banco y el ligero bolígrafo, te ayuda.
Te coge de la mano y te acompaña hacia tu íntima intimidad, hacia tu descorazonado corazón.
Vomitas, escupes, te rasgas el pecho para brotar en sangre y luego, más tarde, poder sanarte.
Amiga incondicional que te escucha atenta y te deja plasmada tu autenticidad.
Después de una tarde con ella, terminas con una sonrisa en el alma.
Te das cuenta de que nada es tan terrible, porque ella está siempre ahí. 24 horas al día y de forma incondicional.
Te quiere, te ayuda, te incita, te atrae y de repente, ya olvidaste por qué la llamaste.
AUTOR: José Luis Regojo
TÍTULO: Qué es la escritura
La escritura es ese superpoder que tenemos en nuestras manos para atrapar reflexiones locas y sueños pasajeros que, posteriormente, tejemos en tinta y encerramos entre paredes de papel.
Es ese cúmulo de abstracciones rebeldes que, entrelazadas, son la llave que libera nuestra imaginación; una servilleta doblada que esconde una idea a medio parir, un susurro entre sueños de madrugada que no quieres olvidar y que solo tú entiendes.
La escritura es un río lleno de pececillos que transportan instantes olvidados y te afanas por capturar.
En definitiva, la escritura es esa herramienta que utilizas para desvestir la memoria, capítulo a capítulo, con la sensualidad y seguridad de quien sabe que los recuerdos no tienen prisa por marcharse.
AUTORA: Matale Arozena
TÍTULO: La escritura
Campo sembrado en papel
con semillas del alma y de la mente
que regadas de forma permanente,
muestran las flores y los frutos del saber.
También ventana de múltiples cristales, cada uno de los cuales proyecta un horizonte inverso, de interiores ricos y diversos, no solo al que se asoma sino también al que, desde fuera, mira a su través.
Es en la escritura donde mis sueños se hacen realidad, donde mis recuerdos se muestran en pinceladas de sentimientos.
Es un parto en el que expulso parte de mi esencia que una vez alumbrada, se convierte en algo diferente a mí, unas veces espejo de mí misma y otras, compañera que camina a mi lado, enseñándome mis rincones más oscuros o mis lados más claros y vitales. Es una madeja invisible en cuyo interior se encuentran las palabras sobre un fino hilo que a medida que se va devanando recógelos contenidos del alma y del corazón de quien la devana
En ocasiones me inundan las palabras
y posesivas corren por mis venas.
Otras, jugando al escondite con las musas
se me ocultan oscuras, como ajenas.
Son como yo misma algunas veces;
otras la más extraña sensación.
En momentos como dulce canción,
o espantosa pesadilla me parecen.
Con ellas abrazo a quien yo quiero
y aparto a quien molesta en ocasiones;
a veces quiero esconder entre sus letras
mis más inconfesables pretensiones.
De palabras se compone el pensamiento;
forman parte del amor en ocasiones
o a veces empapadas de pasiones
se disparan al otro yo sin miramientos.
Siempre, siempre, serás parte de mi ser,
bien como escudo o puerta abierta al mundo,
fluyendo de la mente hacia mi mano
para bordarte áspera o suave en el papel
AUTORA: Rosa Galdona
TÍTULO: Sueños de bolígrafos
En la gaveta más destartalada del escritorio de Oswaldo, vivían decenas de bolígrafos. Los había de todos tipos: negros elegantes, azules escolares, verdes cromados y uno rojo gruñón, de trazo grueso, que siempre corregía a los demás.
Durante el día, eran usados para firmar papeles, escribir listas y rellenar formularios. Pero por las noches, cuando todo quedaba en silencio, los bolígrafos respiraban hondo y cobraban vida.
—Estamos hartos —dijo un bolígrafo azul, cansado—. Nos usan hasta que dejamos de escribir y luego nos tiran sin pensar.
—¡Exacto! —secundó el rojo—. Yo corregí cientos de exámenes y ni un “gracias” recibí.
Ébanus, el bolígrafo negro, elegante y refinado, trató de calmar a todos.
—La escritura es nuestro propósito. No nos quejemos por ser usados. Somos instrumentos de escritura, luego es lógico que nos usen. Pero también somos la vía material por la que circula la inspiración, por lo tanto, deberíamos merecer un respeto en tanto que “tránsito del arte”. Quejémonos, en todo caso, porque no nos valoran…
Inspirados por sus palabras, idearon un plan. Esa noche, todos escribieron juntos una carta. Una hermosa, rebelde y ruidosa carta, llena de emociones, confesiones, versos, dibujos y garabatos. La dejaron sobre el teclado de Oswaldo.
A la mañana siguiente, el hombre la encontró. Sonrió al leerla.
—¿Quién habrá escrito esto…? —murmuró—. Parece que mis bolígrafos tienen más alma que yo.
Ébanus sonrió socarronamente desde la oscuridad de su escondite. Desde ese día, los bolígrafos dejaron de ser olvidados. Cada uno tenía su lugar, su descanso, y eran recargados con tinta nueva cuando la perdían. Y así, satisfechos, siguieron trabajando. Firmaban facturas, rubricaban cartas, calificaban exámenes… Y escribían sueños ajenos cada vez que Oswaldo era tocado por las musas y agarraba entre sus dedos a uno de ellos. Y ellos eran felices así… porque mientras vibraban entre los dedos de Oswaldo, sus propios sueños se tejían también. Y crecían y se multiplicaban de muchos colores.
AUTORA: Míriam Suárez
TÍTULO: La literatura
La literatura, para mí, es como un avatar en el que mediante un personaje desahogo mi verdadero yo. Poniéndome en situaciones que no he podido vivir y planteándome qué haría y que no si estuviera realmente ahí.
Sin embargo, el avatar no dura para siempre porque no es sano vivir en un mundo ilusorio. Solamente es un mecanismo de transición en el camino hacia el equilibrio entre lo que deseo y lo que tengo: un mapa de palabras que me permite ordenar mis sentimientos, transformándolos en ideas tangibles para poder llevarlos a la realidad.
La literatura también supone un tiempo de reflexión sobre la vida, que al verla plasmada en papel, me permite verme desde fuera para poder tomar mejores decisiones y en los peores momentos se convierte en un billete hacia una isla donde me siento segura en medio de un mar de dudas.
Respiro oxígeno metafórico y sigo hacia adelante.
AUTORA: Teresa Terán
TÍTULO: Tejiendo letras
Empecé a escribir como terapia, buscando un sitio donde refugiarme para sacar fuera un trozo lo que llevaba dentro, “esa tristeza me inundaba”.
Me he dado cuenta que la escritura para mí es todo. Incluso en momento de dolor me ha permitido mantenerme cuerda y presente. He descubierto un nuevo universo de gente y posibilidades, me conecta conmigo misma, es una forma de expresar mis ideas, recuerdos y mis propias experiencias e inquietudes.
Me enriquece la vida, me desarrolla intelectualmente, me ayuda a tener lazos invisibles con los demás, hace volar mí imaginación y creatividad plasmando ideas en palabras.
Cuando escribo armo, desarmo, coso remiendo, “es un arduo trabajo –digo para mí– pero placentero”.
Escribir es pasión, me da vida, me libera, es poder, es fuerza es dicha.
Hoy día mi vacío, lo lleno con letras.
AUTORA: Kandela Correa
TÍTULO: Las cosas del escribir
Las letras aparecen despacio, siguiendo el latido del corazón, y de repente comienza la melodía y ellas cuál burbujas se unen en tu mente. Tormentosas, románticas, crueles, emotivas, incontrolables y ágiles.
Lo más gracioso y sorprendente es que no se respeta el sitio y la hora. Sólo pide el sonido de la soledad.
Te desesperas y buscás bolígrafo y un trozo de papel, a veces, ante la explosión de ideas sólo queda poner en marcha la grabadora. Ellas son las culpables, revolotean las musas sabedoras que no las vas a dejar ir, se arremolinan tan rápido cuál si fuese esa ola imprevista. Otras veces se disfraza en ráfaga de viento que te mueve las entrañas a su antojo. Intervienen raudos los bolígrafos rebeldes, casi sin sangre y no te has percatado de su final, sus primos pobres los lápices esperan en la retaguardia. Aún así queda lo que está en el corazón, sí, eso que mueve a la razón y de compañía la ilusión, empujando desde las entrañas tantos sentimientos encontrados.
Esa es la cosa mágica, el relámpago que nos hace escribir.
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