Inma-Flores
Inma Flores

Las Palmas de Gran Canaria a 04 de mayo de 2025

Querida Ana:

Qué rápido se está yendo el año, ya ha terminado un tercio del mismo, casi sin darnos cuenta.  El tiempo es efímero, escapa entre los pensamientos al igual que la fina arena de Playa del Inglés entre los dedos. Quizás la vida se trata de eso, de saber atrapar los instantes, de disfrutarlos mientras transcurren, como ese cosquillo de arena dorada en la palma de la mano.

Tras pasar una etapa de lluvia, ahora están los días maravillosos, azules, como a ti te gustan. No sé si ya tienes pensado si vienes en agosto o septiembre a las Islas. Espero que este año sí que nos visites, pues entre una cosa y otra llevamos muchísimo tiempo sin abrazarnos.

Hace pocos días, el día 30 de abril,  tuvimos un encuentro en Las Palmas con los compañeros de la Asociación de Escritores Acte Canarias, y no veas cómo nos divertimos. Todo muy bien organizado, conociendo en persona a algunos autores, y disfrutando de un día entrañable. Ahora seguirán en las islas menores, pero allí no me puedo trasladar, no siempre se puede hacer todo lo que se desea… y vuelvo a hablar de ese tiempo que se nos escapa, para ahora sentir que “esa arena, esas  horas, nos han quedado grabadas en el corazón”.

Ha sido un mes estupendo de reuniones, también se celebró en Gáldar el V Encuentro de Filosofía y Poesía Canarias-México del 29 de abril al 03 de mayo, donde disfruté de muchos compañeros a los que conocía, no sólo de Gran Canaria, si no de otras islas, e incluso de México, y también escritores y conferenciantes que me dejaron admirada y con ganas de aprender más y de reunirnos con más frecuencia.

Hablando de reuniones, ¿Recuerdas a Inés? Sí, estoy segura de que sí, es esa amiga que conocí a través de la web. Llevamos más de una década de amistad, en los años en los que estudiaba de noche siempre estaba allí, (al igual que Cocha, desde Galicia) y además de muy buenos consejos, ya que ella es docente, reíamos, contábamos anécdotas divertidísimas, y te sentías apoyada por alguien a quien aún no conocías. Hace unos 8 años ella viajó hasta Moscú y de vuelta por Europa teníamos la opción de conocernos en París o en Barcelona, y elegimos Barcelona, estuvimos unos días juntas, y fue fantástico. En ese momento estaba enamorada, llevaba un año conviviendo con “mi príncipe azul” y teníamos previsto casarnos en diciembre, pero, jajaja… alguien me puso en face que “qué hacía de la mano de su novio”. Imagina la pesadilla, terrible. Quizás pasen esas cosas con más frecuencia que la esperada, pero es muy doloroso. Él negaba y negaba, pero ella y yo hablamos, compartimos vuelcos de pantalla y puede que algún día escriba una novela sobre lo sucedido, pues lo cierto es que ese príncipe azul, a la luz del sol (ya sabes lo que ocurre con la mezcla del amarillo y el azul), se convirtió en un “viejo verde”, e Inés también estuvo ahí, ayudando a recomponer los cristales rotos.

Esta vez nos hemos vuelto a abrazar, vino rumbo a Italia y pasaría por Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura, y elegimos Tenerife para vernos. Pasé un fin de semana precioso en la isla, estuve visitando sus playas de arena negra, de rocas, viendo una puesta de sol maravillosa en la Playa de las Arenas (en Buenavista), y ya el lunes con Inés y su amiga Elena en una visita a Candelaria y descubriendo las imágenes de los Menceyes. Luego ellas siguieron el rumbo a Lanzarote y yo a Gran Canaria, agradeciéndole a Juan que nos haya acompañado en la visita. A veces lo inesperado es lo que más nos va llenando el alma.

Espero que vengas pronto y también podamos disfrutar de esos abrazos maravillosos y de este azul que nos rodea por cielo y mar.

Un  abrazo.

Irene Bulio

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