La violeta del Teide es una flor autóctona propia de la zona subalpina de las Cañadas, Pico del Teide, hasta Montaña Blanca y Pico Viejo.
Fue descubierta por el botánico y astrónomo Louis Feuillé a principios del siglo XVIII y posteriormente nombrada por Alexander von Humboldt, según el Parque Nacional del Teide.
En sentido amplio, la familia de la violeta (violáceas) se compone de 21 géneros y 800 especies de todo el mundo, la mayoría son plantas de tallos herbáceos, pero la familia también incluye arbustos enanos y plantas trepadoras. En la naturaleza también se pueden encontrar diferentes tipos de jardín más o menos cultivadas e híbridos.
La familia de la violeta se caracteriza por sus flores levemente simétricas en espejo, con espolón más bien corto.
La violeta del Teide ostenta el récord de la flor que crece más alto de toda España, llegando a encontrarse flores incluso a 3700 metros de altitud. Está considerada endémica de Tenerife (Viola cheiranthifolia).
Es pequeña de hojas ovaladas, alternas y muy pelosas, sus flores son de predominio malva con manchas amarillas y blancas en el centro. Se instalan en zonas de pedregales o de lapilli, así como en laderas rocosas. Se dice que cuanto más reducido es el hábitat, más vulnerable es la especie. Cualquier trastorno en su hogar puede llevarla a la extinción, al no tener población de reserva en otros sitios.
La violeta del Teide es una especie adaptada a las duras condiciones climáticas de alta montaña, y un símbolo de la flora en Canarias.
Unos mil metros más abajo, apenas 7 km en línea recta vive la violeta de Guajara, (Guaxarensis). En 2020 se publicó el trabajo de los biólogos Manuel Marrero, José Luis Martín Esquivel, José Docoito y Manuel Suárez, demostrando que la violeta de Guajara era una especie diferente a la violeta del Teide.
La violeta de Guajara es bastante rara y está recluida casi en exclusivo a una sola localidad, como acorralada. La lucha se centra ahora, según los expertos en conservar esta joya botánica. Los autores de este descubrimiento consideran que solo existe unos 3000 individuos de esta especie. Encontraron pequeñas diferencias definidas que las hacen distintas a la violeta del Teide.
Tanto la violeta del Teide como la de Guajara viven en enclaves muy reducidos de alta montaña en Tenerife. La flor desaparece en los meses invernales y brota en primavera.
Fuentes:
Ciencia Vozpópuli
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