Semblanza:
La mitología griega etiquetó a Canarias como las Islas Afortunadas o de los bienaventurados, en alusión a la propia naturaleza, a la diosa de la fortuna. Y hablando de fortuna, hoy tenemos la suerte de tener por segunda vez a Ernesto Rodríguez Abad en la IX Artebirgua Literaria Letras en La Cumbre.
Su pasión por la novela, el relato y la narrativa infantil le ha llevado a correr caminos, ver mundos y a su vuelta impartir seminarios, cursos, conferencias, participar en festivales y en universidades españolas y extranjeras, a protagonizar y dirigir grandes obras escénicas como actor y director teatral.
Nació en Los Silos, Tenerife, su lugar de residencia actual. Estudió Filología Hispánica y Francesa, en la Universidad de La Laguna donde hoy es profesor. En seguida comienza a trabajar como investigador como la edición y análisis de la poesía surrealista del tinerfeño Emeterio Gutiérrez Albelo. Ejerce en el teatro como guionista tanto con obras propias como con obras originales.
Hace más de 30 años ganó el Premio “Santa Cruz de La Palma” en 1994 y 1996 por los textos teatrales La Africana y el Pulpo. Dos años más tarde un accécit por Historias extrañadas en Santa Cruz de Tenerife. Y otro premio en 1998 en el Ateneo de La Laguna por Cosas de dioses.
Pero no nos engañemos, Ernesto es un hombre muy trabajador, disciplinado, tenaz y tolerante, premiado también en Túnez por su investigación teatral, en Argentina por la dedicación al mundo infantil. Y siguen los premios en Ecuador, Suiza, Montevideo, República de Uruguay… Imparte seminarios, cursos conferencias y participa en festivales en universidades españolas y extranjeras. Realiza Jornadas de Comedias del Teatro clásico de Almagro y en Centros culturales, bibliotecas, universidades y en festivales de Alemania, Francia, Brasil, México y otros países latinos.
Desde 1984, su dedicación al teatro lo lleva a dirigir y a adaptar textos narrativos de Jean Cocteau, Valle Inclán, García Márquez, entre otros. Obras del teatro clásico del Siglo de Oro, como los guanches de Tenerife de Lope de Vega, Francisco Quevedo e Iriarte y muchos más.
Pone en escena Doña Rosita la Soltera o el lenguaje de las flores Lorca, (1935.), el drama de aquellas mujeres que al no “encontrar” marido les llamaban solteronas. Un rol que se eterniza para ellas, considerándolas algo inútil y sin sentido.
En 1995, Ernesto, crea y dirige el Festival del Cuento de Los Silos, un teatro para la infancia, familias, espectadores, lecturas, presentaciones, actuaciones musicales. Un viaje a través de cuerpos entrañables, seres mágicos, casi celestiales que nos rodean con gestos, acciones, palabras, improvisación. Todo acompañado de lecturas, danza, música, mariposas. Y pespuntando sueños: castillos, redobles de tambores entre esculturas efímeras, plataneras… La palabra repleta de pedrerías.
Todo se convierte en fiestas luminosas cubiertas de macizos de flores, árboles que albergan pájaros migratorios y abejorros que cantan la vida. Yo no he tenido el placer de disfrutar del rumor de estos sueños, pero una amiga palmera, llamada Gloria Esther Rodríguez Rdguez, pintora y escritora, participó en el Festival de Silos hace unos años y, al saber que yo iba a estar hoy contigo, mi querido Ernesto, me ha entregado una pequeña sorpresa para ti. Escuchemos la voz de la poeta:
De Ernesto.
Su semblante vestido siempre de sonrisa
siembra en las mentes visitantes,
jardines que invitan a soñar,
en arcoíris de colores…
los pensamientos.
En la escuela de Espectadores Teatrosilos, continúa con su labor infantil, dirigiendo y promoviendo en festivales en las islas y península, el eco de gritos y risas de cuando éramos niños.
Ha publicado más de 50 libros de teoría, teatro, narración infantil, álbum, novela y poesía y en el 2019 recibe el nombramiento de académico colaborador de la Academia Canaria de la Lengua.
Y para festejar la reciente primavera, Ernesto Rodríguez Abad, participa en el Teatro Municipal Capitol, con “La orilla Dorada”, recital poético músico-literario que fusiona la palabra con ese torrente sensorial en los que se arrojan los poetas. Un espectáculo acompañado de voz, violonchelo, violín y guitarra.
Preguntas:
P.-Ernesto naciste en los Silos, qué importancia ha tenido tu pueblo en tu forma de escribir, de mirar al mundo, de contar historias.
R.- Mi pueblo ha sido mi Macondo. Un lugar para crear y construir mi propio mundo.
P.- ¿El recuerdo del pueblo en donde naciste es un territorio mítico para ti?
R.- Los Silos ha forjado mi imaginario particular. En mi bosque de laurisilvas crecen seres mágicos, hadas, monstruos y árboles de los que caen palabras.
Afirmó Vargas Llosa en la entrega del Nobel. Lo quieran o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho.
P.- Tú crees que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana.
R.- La fantasía es un arma con la que podemos derrotar a la ambición, a la soberbia, a los impostores que deambulan por la sociedad y convertir el mundo en un espacio para vivir.
P.- Has escrito mucho para niños. ¿Qué te atrae de la literatura infantil? ¿Qué buscas provocar en los lectores más jóvenes?
R.- La literatura infantil es necesaria para formar pero sin adoctrinar. Tenemos que generar una infancia capaz de reflexionar, no inculcar ideas en ellos, sino provocar que niñas y niños busquen sus propias ideas.
P.-Bailar, cantar o tocar un instrumento es otro de los clásicos que no pasan de moda, ya que son formas de expresión corporal y emocional.
R.- La escena me permite jugar con las artes. El color, la expresión corporal, Las formas, la música son elementos que se unen a la palabra en escena y te dan la posibilidad de expresar lo que sientes.
P.-Has estudiado y enseñado en lugares como Túnez, Francia o Italia ¿Qué te han aportado esos encuentros culturales en tu forma de entender la literatura?
R.- Me han forjado como persona y como artista. Si no te alejas de tu mundo, no puedes amarlo y entenderlo de verdad. Túnez fue fundamental en mi formación artística, me hizo ver más allá. No todas las respuestas del arte y del pensamiento están en Occidente.
P.- Ernesto, tú crees que la ficción es un refugio de tristes, nostálgicos y soñadores… Sin la ficción yo no podría vivir. Mi refugio de la infancia solo lo encuentro en la fantasía. El teatro te acompaña desde hace décadas. ¿Qué te da la escena que no encuentras en la escritura? ¿Qué papel juega la emoción en tu forma de dirigir?
R.- La escena me permite construir un universo verdadero pero efímero y es apasionante saber que lo que estás haciendo solo sucederá una vez. Es fugaz pero verdadera.
P.- Fundaste el Festival Internacional del Cuento en 1995 ¿Qué te motivo a crearlo?
R.- El compromiso con mi pueblo. El arte y la cultura son herramientas transformadoras de la sociedad. Yo siento ese compromiso, siempre he tenido una especie de vocación de trabajo hacia la comunidad.
P.-Captar la atención de los más pequeños y animarles a sumergirse en el mundo de la literatura, sin olvidar esos momentos de diversión, claro. ¿Quieres añadir algo más o contarnos alguna anécdota?
R.- Son mágicos y locos. Son seres puros que aún no han aprendido a sobrevivir en la jungla de nuestra sociedad. Una vez un niño me dijo en Colombia, después de ver una obra de teatro mía, que siempre había querido ser escritor y que después de ver mi representación había descubierto a quien se quería parecer. Es el mayor impulso y compromiso que he sentido en mi vida. Es el público más sincero y exigente.
P.-Con teatro Silos impulsas una escuela de espectadores. ¿Qué significa para ti formar al público ¿Cómo se enseña a mirar y a escuchar?
R.- Tenemos la obligación, Los creadores, de enseñar a disfrutar del arte. Tenemos que ofrecer a la gente los mecanismos que hacen que leer o asistir a una representación sea un disfrute. Además si la sociedad no aprende a soñar estamos perdidos.
P.-En todo lo que haces, la palabra es lo esencial. ¿Qué crees que puede cambiar una historia bien contada?
R.- Una historia bien construida puede disparar la mente de quien escucha o lee. Somos producto de lo narrado, pero a veces lo narrado cae en manos del poder. El arte es la única verdad.
P.-Y por último: si solo pudieras contar una historia más, la última, ¿de qué trataría?
R.- Se titularía el secreto de las palabras, pero aún no estoy preparado para escribir.
Semblanza y preguntas con el autor realizada en el Encuentro de Escritores en Juncalillo, Artebirgua Literario celebrado el pasado junio, 2025 en Juncalillo Galdar, Gran Canaria.
Blog-rosariovalcárcel.blogspot.com
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