Dar valor no es lo mismo que echar en cara.

A veces, en el fragor de un desencuentro intenso, nosotros exponemos nuestras razones, nuestra verdad, nuestra percepción... sin tener en cuenta las otras verdades, las otras percepciones, las otras razones...

¿Somos honestos en el desencuentro y observamos cuáles son las contribuciones, los aportes y las sumas de los demás?...

En muchas ocasiones me he preguntado cómo podemos dar valor a la verdad que se percibe, sin que nos ofusquemos.

De vez en cuando estamos en medio de una apasionada crisis y nos muestran el valor que para los demás tienen las cosas, desatando grandes tormentas y de manera generalizada nos sentimos ofendidos...

Arremetiendo y usando la expresión de: ¡me lo estás echando en cara!...

Es un automatismo que nos pone en estado de defensa, evitando el diálogo que nos permitiría saber lo que nos tienen que decir, o aportar, o bien cómo ven lo mismo desde su prisma, o cuál es su percepción desde su visión...

Debemos empezar a escucharnos y no a defendernos de un ataque, ni sentirnos por ello perdedores, ni vulnerables... en nuestras razones porque nos muestren otras percepciones...

¡Todos aprendemos y enseñamos a la vez! Ambas cosas ocurren y son necesarias, debemos ser conscientes de ello si lo que queremos es crecer juntos e ir madurando mientras caminamos...

No somos ilusos, sabemos que es difícil, pero eso no quita que sepamos la verdad y que intentemos que nuestras acciones nos definan...

Estamos en proceso constante, seamos compasivos entre nosotros. Tengamos la capacidad de valorar las acciones de los demás de la misma manera que respetamos y le damos valor a las nuestras.

¡Nada se echa en cara, cuando la intención es reconocer la verdad!

Seamos honestos en esa verdad, si queremos encontrarnos.

Gana la UNIDAD cuando SOMOS UNO, cuando el líder es el SOMOS

#Gotitasdeagua888

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