Y el destino dictó sentencia,
silencio, deseo, ausencia...
Mazo.
Por las fugas que tejieron nuestras
horas que huyeron,
y la lejanía que nos atrapó
en un adiós
que no fue reclamo.
Por atardeceres robados ,
con alas de silencio
donde tus caricias sembraban
deseos,
yo detengo sensaciones en verso.
Y por tu lenta manera
de apresarme en tus gozos,
desterrando otros silbos de amor,
yo te traigo en mi ausencia,
<<...te nombro, te retengo>>.