Crónica del V Encuentro Regional Acte Canarias

Compañeras y compañeros de letras, amigos y amigas de la palabra, guardianes de la literatura canaria, cuando el sol se despide de estas islas que habitamos, llevándose consigo la luz de estos tres días extraordinarios, nos encontramos aquí, en este momento de despedida que no es final, sino semilla que seguirá floreciendo. Hemos vivido tres días donde las palabras han volado de boca en boca como los alisios que acarician nuestras costas. Hemos escuchado voces que nacen del Teide y se extienden hasta el Atlántico, versos que llevan la sal de Gran Canaria y la tierra volcánica de Lanzarote, prosas que susurran los secretos de La Palma y cantan las alegrías de todas nuestras islas.

En cada presentación hemos descubierto que escribir desde Canarias no es solo escribir sobre Canarias. Es escribir con la perspectiva única de quien habita en el cruce de mundos, en esa encrucijada atlántica donde África susurra a América y Europa extiende su mano hacia lo desconocido. Nuestras islas nos han enseñado que la insularidad no es límite, sino ventana al infinito.

Las mesas de debate nos han recordado que la literatura es diálogo, que cada libro es una conversación que trasciende el tiempo y el espacio. Los recitales han llenado el aire de música hecha palabra, de ritmos que laten al compás de corazones que sienten en canario, que piensan en universal. Y qué decir de la música que ha acompañado nuestras letras. Porque aquí hemos confirmado una vez más que en Canarias, palabra y música son hermanas inseparables, que nuestros versos nacen ya cantados, que nuestras prosas llevan el ritmo de las olas.

Hoy nos vamos, pero llevamos algo más que recuerdos. Llevamos conexiones que perdurarán, proyectos que nacieron en estos pasillos, amistades que se forjaron entre café y conversación literaria.

Llevamos la certeza de que la escritura canaria está viva, vibrante, diversa y con mucho que decir al mundo.

ACTE ha logrado una vez más lo que parecía imposible: reunir en un mismo espacio las voces dispersas de nuestro archipiélago, crear un coro donde cada isla aporta su tono único sin perder la armonía del conjunto.

No nos despedimos, nos damos cita. Porque como las mareas que siempre regresan a nuestras orillas, nosotros volveremos a encontrarnos. Volveremos con nuevas historias que contar, con nuevos sueños que compartir, con la misma pasión que nos une: el amor por la palabra que construye mundos.

Gracias, ACTE, por este regalo de tres días. Gracias a cada escritor que compartió su universo particular. Gracias a quienes desde el silencio construyen el escenario donde nuestras voces resuenan.

Que la tinta siga corriendo por nuestras venas canarias, que las palabras sigan siendo nuestros barcos para navegar hacia nuevos horizontes literarios.

Hasta que nos volvamos a encontrar, que sea pronto. ¡Viva la literatura canaria!

(Texto y fotos de José Vidal Bolaños)

Candelaria, Tenerife, 28 de septiembre de 2025