Te voy a pintar caricias rojas en el pecho
de esas que sueles pintarme.
Te las pintaré un lunes por si el viernes
traigo caricias blancas y no te alcanzan.
Voy a teñirte la piel de rosas
como aquellas, que jamás me has dado.
Sembraré todo un jardín de amapolas, gladiolos,
cavaré hondo en la sien y haré que me recuerdes.
Voy a teñirme de caricias rojas el alma
tan rojas como esas que hoy te ofrezco
y te pintaré un lunes
pues tal vez el viernes
mis manos no te alcancen.