Gigantes y cabezudos es un poema de Jonay Cabrera González, elegido en la Feria del Libro de Fuerteventura para ser pintado por otro artista. Versos que fueran fuente de inspiración al color y a los pinceles.
Desde la voz del poeta, nos adentramos en un mundo poco comprendido y escasamente normalizado de la mente y sus quiebros. Reivindica con un fondo musical que recuerda las notas de Nino Rota en el mundo de Fellini. Desde un tiovivo de cromatismo poético que refleja la conciencia indiferente y alegre, va girando hacia sombras en gradaciones de grises, en ráfagas de realidad disfrazada, intermitente. Poco a poco entramos en una galería de espejos que nos reflejan mientras nos muestra la percepción incendiada. De aquellos donde el caos de su mente es terremoto de "fuego y cenizas". El poeta construye imágenes de una gran belleza para señalar, de una manera contundente y certera, la incomprensión de la enfermedad mental. Tabú para unos, prejuicios para otros, etiqueta para muchos.
Jonay Cabrera con la voz propia de su poética, aborda la soledad y el rechazo a quienes padecen distintas afecciones psíquicas. Piensa en su amigo Leopoldo María Panero, gran poeta, al que no pocas veces se le añade la marca, la señal, el estigma de su enfermedad y no la grandiosidad de su obra.
El poeta reivindica con las armas de la palabra y la luz de la poesía, el respeto a los que padecen cualquier trastorno mental. Como bien dice "no son raritos, simplemente su percepción del mundo es algo diferente".
Pasen, sientan, escuchen y reflexionen con Gigantes y cabezudos de Jonay Cabrera González.
Felicidad Batista