Damián H. Estévez
Damián H. Estévez

 

 

 

 

Canarias Literaria publica una entrevista realizada a la escritora Isabel Expósito por Damián H. Estévez a propósito de la publicación de su libro de relatos Tentativas, y que sirvió de base para la charla que la autora mantuvo con la presidenta de ACTE, Felicidad Batista, en la presentación que tuvo lugar en el Centro Ciudadano El Tranvía el día 22 de septiembre de 2022.

Damián H. Estévez: En el relato¸ “El comienzo” la protagonista evoca el descubrimiento de la poesía… “el descubrimiento de una nueva manera de mirar las cosas”, descubre que está viendo delante de sus ojos una imagen de un poema de Juan Ramón Jiménez, “Pájaro del agua”, en el agua que se desliza en los cristales durante la lluvia. ¿PODRÍAS DESARROLLAR UN POCO MÁS ESE MOMENTO DE DESCUBRIMIENTO DEL LENGUAJE POÉTICO QUE SE EVOCA EN EL RELATO “EL COMIENZO”?

Isabel Expósito: El relato “El comienzo” pretende dibujar esa experiencia iniciática, de revelación, clave para que yo empezara a escribir. Tendría 9 o 10 años. Leo en las páginas literarias de una enciclopedia recién llegada a casa. Llueve. Detengo mi lectura para seguir los trazos que dejan las gotas en la ventana. Sigo leyendo y me encuentro con unos versos que traducen, de otra forma, lo que acabo de ver. Pájaro de agua, qué cantas, qué encantas. Allí estaba el descubrimiento de una nueva manera de mirar las cosas.

Después, el tiempo me ha hecho entender que empecé a escribir como un acto de rebeldía. Aquella niña solitaria y aparentemente dócil, que se dejaba domesticar sin rechistar, vio en la escritura un territorio donde ser libre. La lectura fue fundamental para eso. Puso ante mis ojos y mi entendimiento que la realidad se podía traducir con un idioma, un lenguaje propio, para entenderla o para modificarla.

La mirada transforma, aunque también se transforma a medida que avanzamos en el devenir.

D.H.E. Microrrelato, poesía … ¿DIFERENCIAS EL LENGUAJE POÉTICO, O EL PROCESO DE CREACIÓN, O CUALQUIER OTRA COSA CUANDO ABORDAS AMBOS GÉNEROS?

I.E. A la hora de narrar, la poesía es siempre fuente de inspiración. La poesía (la de otros y la propia) me ayuda a encontrar conexiones, activa mi pensamiento lateral, deja mi mente más abierta a la creatividad. Entiendo yo que puede colocarme en el lugar emocional correcto desde el que escribir un microrrelato. Como aliados están esos puntos de semejanza: la brevedad, la concisión, la intensidad expresiva.

Poesía, microficción. En mi caso, algunas veces solo una desdibujada línea las separa.

D.H.E. Esta es la segunda acepción de la palabra ‘Tentativa’ en el DRAE: 2. f. Acción con que se intenta, experimenta, prueba o tantea algo. ¿QUÉ INTENTAS, EXPERIMENTAS, PRUEBAS O TANTEAS CON ESTOS MICRORRELATOS?

I.E. Sucede que mientras se escribe algo se escapa, por esa imposibilidad de trasladar al papel la idea primigenia en su totalidad, por no poder mantener aquel destello inicial.

Marguerit Duras lo explicaba muy bien cuando decía que Escribir es tratar de saber qué escribiríamos si escribiéramos. En mi caso, esta sensación se multiplica, por ser la narrativa un territorio menos explorado. De ahí lo de tentativas.

Pero también después, en busca de un título que unificara la colección de relatos, quise ver en la mayoría de ellos, la tentativa de una historia mayor. Cada relato parece ser el principio de algo o el final de una historia cuyo principio no conocemos. Son por tanto tentativas, ejercicios desde los cuales el lector debe tomar parte activa porque se le obliga a adivinar o inferir. Bueno, a veces uno pretende y en ese pretender se corre el riesgo de quedarte en lo pretencioso, pero me pareció muy claro qué título debía tener este conjunto de micros: TENTATIVAS. Y aquí está.

D.H.E. En los relatos aparecen protagonistas tanto masculinos como femeninos. ¿CÓMO ABORDAS LAS COMPLEJIDADES, LAS ACCIONES DE UNOS Y OTRAS?

I.E. Siento decepcionar si digo que no me detengo a pensar en eso. El germen inicial del que parte el relato sabe que cuenta a su favor con la brevedad, no necesita trabajar al personaje (masculino o femenino), porque será la historia inferida quien lo dibuje (dejo ese trabajo, ese abordaje, a quien lea). Porque, tras su lectura, habrá quien establezca diferencias entre los personajes masculinos y femeninos, qué roles y características desprende cada uno. Es un tema complicado. Tal vez por eso no me he atrevido con la novela, donde el trabajo de los personajes es fundamental.

D.H.E. Los micros aparecen agrupados en tres partes, con los epígrafes “Primeras”, “Segundas” y “Terceras” ¿PODRÍAS EXPLICAR A QUÉ CRITERIO OBEDECE ESA ORDENACIÓN?

I.E. Los relatos fueron trabajados en épocas distintas. Unos, hace mucho tiempo, revisados y reescritos después, tras una buena poda que convirtió relatos breves en microrrelatos, por entender que se podía contar lo mismo con menos palabras, lo que ayudaba a ganar intensidad.

Otros fueron surgiendo como ejercicios narrativos en un Taller virtual donde trabajamos la microficción, dirigido por nuestro maestro Antonio López Ortega durante el confinamiento y toda la pandemia, en realidad. Y un par de ellos nacieron durante el proceso de estructuración del libro, bajo el influjo de estas Tentativas.

Tenía pues ante mí la difícil tarea de dar estructura a un libro de relatos tan diversos. Los separé por lo que yo entendí que los unía y llamé a esas separaciones Primeras, Segundas, Terceras.

En las PRIMERAS, se trabaja la intertextualidad, porque los micros descansan sobre lo leído (otros autores), obras de arte, canciones, en una especie de diálogo interno.

En las SEGUNDAS, el nexo que las une es la infancia, la familia, lo que la memoria quiso rescatar de historias escuchadas. Parecen rozar lo autobiográfico. Aunque no lo sean estrictamente en su mayoría, es verdad que algunos sí lo son. Quise jugar con eso: ¿ficción o realidad, invención o vida reflejada? En el epígrafe con el que se abre este bloque, el maestro Horacio Quiroga parece invitarnos a ese juego: Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno.

En las TERCERAS están los que se salvaron de ser incluidos en las Primeras y Segundas, aunque después me diera cuenta de que los unía el destino, la muerte, lacras como el maltrato, la mutilación, la parte oscura, la menos humana del ser humano.

SOBRE “PRIMERAS”:

D.H.E. Citas y alusiones literarias, cinematográficas, musicales, pictóricas… articulan los relatos de este primer apartado, lo que ya se anuncia en la cita de Roland Barthes que lo encabeza (“siempre hay lenguajes antes del texto y alrededor de él”): ¿CÓMO UTILIZAS ESA INTERTEXTUALIDAD?

I.E. En cuanto a los epígrafes que acompañan el portal de entrada de cada una de las tres partes en que se divide el libro, fueron escogidos entre mis lecturas, por entender que explicita de alguna manera qué espíritu mueve los relatos que van a leerse a continuación. Me hago acompañar de otros autores con la seguridad de que aportarán luz a estas tentativas mías: Barthes en Primeras, Horacio Quiroga en Segundas y Ednodio Quintero en Terceras.

Barthes venía a decir que el texto no es una unidad cerrada, que el texto siempre está en relación con otros textos. Puede ser entonces que escribamos siempre sobre la base de lo que hemos leído. En el caso de Primeras, la relación no es solo con otros textos, sino con la pintura, la música, el cine o incluso con lo metaliterario.

D.H.E. Encontramos creadores citados de forma explícita, otros los sugieres con sus palabras, títulos de sus obras… Autores clásicos, otros más actuales…  ¿PODRÍAS EXPLICAR QUÉ TE HAN APORTADO ESTOS AUTORES EN TU FORMACIÓN COMO ESCRITORA, PARA TU VERTIENTE DE LECTORA, COMO APRENDIZAJE DE VIDA…?

I.E. Si existe la inspiración, no conozco mejor fuente de soplo e iluminación que la lectura: leer y viajar para conocer, admirar el arte y la vida en todas sus manifestaciones, pero también viajar hacia adentro, buscar esa voz interior, propia, escucharla y ser honesta con ella, siéndole fiel. Los, las autoras que he leído a través del tiempo me han aportado todo lo que, desde mi humildad, he sido capaz de trasladar a mi entendimiento y al propio campo de las emociones. La importancia de la lectura en la vida de las personas es incuestionable pues no solo adquirimos conocimientos, sino que nos ayuda a entender al otro, a hacerse preguntas y a cuestionar lo que a veces nos rodea. Todo lo que he leído, forma parte de lo que soy, de distintas maneras, pero aquí están mis lecturas, adheridas. Los clásicos que han esculpido a través del tiempo la literatura, pero también cualquier autor o autora que me remueva. Todos me aportan aprendizaje y ese aprendizaje me da vida.

D.H.E. Vemos a varios autores venezolanos… ¿SON PARTE DE TU FORMACIÓN LITERARIA? ¿ES UN ACTO DE REIVINDICACIÓN?

I.E. Haber vivido 15 años claves de mi existencia en Venezuela tiene mucho que ver en ello. Si se entiende reivindicación como argumentar a favor, digo sí a los autores venezolanos cuyas lecturas han dejado y dejan estela en mí: desde Rafael Cadenas, Eugenio Montejo, Yolanda Pantin, Teresa de La Parra, y en el terreno de la microficción Violeta Rojo (con sus ensayos), Ednodio Quintero y un largo etcétera, del que no escapan, por supuesto Ramos Sucre, Otero Silva, Luz Machado…

D.H.E. Entre esas citas me llamaron la atención las siguientes, y me gustaría que las comentaras:

“Peregrinos”: Nena Daconte y junto a García Márquez: los peregrinos, la sangre y la nieve.

I.E. Nena Daconte y Billy Sánchez son los protagonistas de uno de los 12 Cuentos peregrinos de García Márquez: El rastro de tu sangre en la nieve, con un final tremendo, que siempre me ha costado asumir. Entonces, a raíz de un ejercicio narrativo planteado en el Taller de Antonio López, vi la oportunidad de volver a unir a la pareja, de darle una segunda oportunidad y eso fue lo que hice. Me hizo feliz verlos juntos otra vez por las calles de París camino del futuro

D.H.E. Varios relatos beben de clásicos infantiles: “La fuente” del cuento infantil Caperucita Roja: una nueva revisión. “Bucle”, de las leyendas populares dragones y hadas. “Revolución” hace referencia a los cuentos infantiles, llamamiento a no aceptar su antifeminismo.

I.E. Sí, es cierto. Siempre han sido fuente de referencia para los escritores de minificción (pongo de ejemplo a Ana Mª Shua) y fue una tentación hacer uso de esa veta magnífica de los antiguos cuentos infantiles, no para emularlos sino para desarmarlos, cuestionarlos, deconstruirlos.

D.H.E “Nupcias” apunta a Roberto Arlt y su noche terrible de dudas previas a la boda.

I.E. Este relato es uno de los más antiguos que, en principio, se llamaba “Regalo de Bodas” y era mucho más largo. En el Taller partimos de un título obligado: Nupcias y me pareció interesante tratar de convertir en un micro aquel Regalo de Bodas que había nacido después de la lectura de Noche Terrible de Roberto Arlt, en el que el personaje se ahoga en la duda de, si presentarse o no a su boda.

Vamos por SEGUNDAS

D.H.E. “El pasillo interminable de la infancia”, es una imagen con que describes a este periodo que, aunque no en todos, sí está presente en la mayor parte de los relatos de esta parte.

¿ES UNA SUERTE DE EDUCACIÓN SENTIMENTAL DURANTE LA INFANCIA LO QUE QUIERES TRANSMITIR CON ESTOS RELATOS? LA COTIDIANEIDAD, LAS RELACIONES FAMILIARES, MADRE, PADRE, ABUELOS, LA CASA FAMILIAR, EL PUEBLO, LA ISLA EN QUE SE VIVE, ¿QUÉ HAY DE AUTOBIOGRÁFICO EN ESTOS RELATOS?

I.E. Ese pasillo interminable de la infancia es la patria de la que nos habla Rilke: la infancia es nuestra verdadera patria. Todos venimos de allí y gran parte de la estructura de nuestra personalidad, para bien y para mal, se cimenta en ella.

No descubro nada nuevo diciendo esto, solo trato de recordar que en lo que escribimos siempre hay algo de nosotros. En la poesía enteramente, allí uno hace desnudos integrales.

Y sí, no puedo negarlo, aunque siempre esté presente la ficción, en estos microrrelatos donde se aborda la infancia y la familia, fue inevitable que se colaran algunas de mis obsesiones y cicatrices.

D.H.E. ¿HAY REIVINDICACIÓN O DESMITIFICACIÓN DE LA FAMILIA? En los dos primeros relatos, “Preámbulo” y “Muñeca” parece que apuntan a estas ideas opuestas…

I.E. Pues sí, cuando de la familia se trata, siempre se navega en esa contradicción. En ese territorio, a veces se ama y se odia a partes iguales, aunque siempre volvamos al cauce del amor por entender (como dice una querida amiga) que todos somos víctimas de víctimas.

D.H.E. Los miedos infantiles ocupan varios relatos (Cueva, La muralla, La casa). ¿QUÉ VALOR HAN TENIDO EN TU FORMACIÓN COMO ESCRITORA?

I.E. El valor que otorgan las obsesiones, seguramente. Los temas que te preocupan se presentan sin ser invitados una y otra vez. Y, tal vez, ahora que soy abuela, el miedo a que se hiera la vulnerabilidad de la infancia está más presente que nunca y se refleja en lo que escribo.

El miedo al que no sabemos poner nombre (el del relato La casa) y a ese otro que nace del maltrato (del relato Cueva) o del abuso (La muralla)

D.H.E. La muerte de la madre y del padre forma parte también de nuestro crecimiento en familia; aparece en “Cisnes” y en “Lo ajeno”, respectivamente. EL SEGUNDO ME PARECE MÁS AUTOBIOGRÁFICO, EL PRIMERO MÁS SIMBÓLICO. ¿ES ASÍ?

I.E. Ninguno de los dos lo es estrictamente, aunque sí existen unos mínimos e inevitables trasvases entre la realidad y la ficción, entendiendo lo autobiográfico no sólo como lo vivido en primera persona, sino todo lo que queda marcado en la memoria, por haber sucedido demasiado cerca. Otra vez el pasillo interminable de la infancia: lo que viviste porque escuchaste, intuiste, te contaron, descubriste…

Y las TERCERAS

D.H.E. Los relatos ahora abordan una temática más variada. Y también creo que presentan unas características del microrrelato muy marcadas: trama, emociones, finales inesperados. También me resultan más externos, ajenos a la propia experiencia. ¿HAY ALGÚN TEMA SOBRE EL QUE PREFIERES ESCRIBIR? ¿ALGUNO QUE REHUYAS?

I.E. Los temas vienen a mí, algunos se quedan y otros me superan. No es que los rehúya. Tiene que ver más bien con mi incapacidad para hacer de ellos algo medianamente digno. Ahora bien, es verdad que algunos temas son persistentes, por ejemplo, escribir sobre el propio acto de escribir, es un tema recurrente en mi poesía que se repite también en algunos de los relatos de Tentativas. Sobre todo, en el primer bloque. La memoria es otro, la idea de convertirme en espectadora del pasado para entender el presente. Y luego, lo lúdico: jugar con el lenguaje, exprimirlo, perseguir finales abiertos, inesperados.

D.H.E. “Frente a ella” habla del azar. ¿AZAR O DESTINO?

I.E. En este relato están presentes los dos. El protagonista tienta al azar cada jueves, hasta ese día en que el azar y el destino se encuentran. El destino y la suerte se exhiben en este relato para dejar patente nuestra vulnerabilidad.

D.H.E. En el relato “Buenos oficios”, aparece el humor, humor negro plasmado en el virtuosismo de ciertos oficios… No hay muchos otros relatos tratados de forma humorística, me parece. ¿NO TE GUSTA ABORDAR TU TEMÁTICA CON HUMOR?

I.E. Me encantaría, pero me cuesta hacerlo con mediana soltura. Relatos como Insomnio o Cronotopo pretendían ese tono humorístico, tal vez sin mucho acierto. Me parece que tengo que leer con más detenimiento a los maestros del género. Ahí debe estar la clave. Proseguiré en esas tentativas.

D.H.E. “La sentencia” nos ofrece un juego narrativo muy intenso. TENIENDO EN CUENTA QUE SE HABLA DE UN PADRE PROTAGONISTA, ¿POR QUÉ NO ESTÁ INCLUIDO EN SEGUNDAS?

I.E. Es una buena pregunta que no sé responder con certeza. No fue un desliz, dudé mucho al respecto, hasta que finalmente opté por dejarlo en Terceras (tal vez porque el tinte autobiográfico no estaba tan presente, pero sí el de la muerte, que cobraba más peso).

D.H.E. El relato “La tradición” presenta el terrible deshacerse una madre de su hija ante su futuro de mutilación. Y “Martina”, la muerte de una indigente. Temas duros. ¿CONSIDERAS QUE ESCRIBIR SOBRE ELLOS ES UNA FORMA DE COLABORAR PARA ERRADICARLOS?

I.E. Ojalá la literatura tuviera ese poder, pero sí, desde luego son temas que preocupan, duelen, desgarran de tal modo que necesitamos hacer algo al respecto, no mantenernos impasibles. Al menos convertir la literatura en un acto de resistencia.

Los dos relatos se acercan a sucesos terribles, sin embargo, en ambos se deja un camino abierto a la esperanza.

En La Tradición, puede que la hija no sólo se salve de la mutilación sino de morir ahogada, que alguien la rescate de las aguas del río, como a Moisés.

En Martina, sobrevive el amor, esa gran tabla de salvación.

 

Tentativas es un de microrrelatos publicado en la colección Teide en corto de Acte Canarias que dirige Damián H. Estévez.

En palabras de María Teresa de Vega «en esta obra brillan las diversas cualidades de la autora: el dominio de la intertextualidad; la conversión en literatura de los inicios: la infancia, el afán poético; la conciencia de la barbarie inscrita en la historia humana. Entramado muy bien tejido donde hay lugar para la lengua poética -una marca estilística evidente-, las imágenes, el derroche de imaginación. 

De la tonalidad son relevantes, además de lo ya señalado, el juego de realidad e irrealidad, las contraposiciones que invierten lo habitual, la reverberación de la memoria, el susurro de lo que parece inaudible. En definitiva, se regala a los lectores, por el don de la palabra, un texto, excepcional, que nos defiende de lo efímero. 

Editado por Cursiva Books (2022).