Para este personaje
amante del carnaval
lo presentó un amigo
como un murguero leal.
Convencido se apuntó
a cantar en la coral
lo metieron de cabeza
hacerse el instrumental.
Estuvo acudiendo entonces
como norma general
desde un caluroso día
que empezaron a ensayar.
Aprendió de carretilla
el repertorio verbal
repitiendo de memoria
tararea sin parar.
Ya para el concurso
la costurera del Toscal
transformó a Tragalera
en una señora genial.
Reunida está la murga
es el día principal
luciendo hermosas pechugas
cantando a grado cabal.
En el sangoloteo
tubo un tropiezo casual
vino a darse de bruces
un talegaso brutal.
El público interpretando
como algo espectacular
aplaudieron con fuerza
como era natural
Tragalera se levantó
sin dejar de resollar
apreciando la ovación
que seguía sin parar.
“Que no sepa el enemigo
la que me acabo de dar
y hasta el sostén se me ha roto
en este recinto ferial”.
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