Eduardo-Hector-Hernández-Cabrera Nacido en Solís de Mataojo (Uruguay)

Nacido en Solís de Mataojo (Uruguay).

Eduardo vivió su infancia y adolescencia en Piriápolis, una ciudad balnearia con una situación envidiable sobre el Océano Atlántico.
Ya desde pequeño pasaba horas frente al mar, mirando el horizonte y pensando que algún día recorrería el mundo.

Soñaba con viajar y poder plasmar sus vivencias y experiencias en un libro, con el objetivo de que sus andanzas quedaran reflejadas; sin embargo, la vida le llevó por otros derroteros, dedicándose a una profesión completamente distinta a la que habí­a planeado. Pero en un rincón de su ser habitaba el narrador dormido, esperando a que se dieran las condiciones para desarrollarse como escritor.

Ese día llegó y, junto con Alejandro, decidió transmitir uno de los acontecimientos vitales que marcaron su vida para siempre

Sinopsis de En un lugar de Argentina de cuyo nombre no quiero acordarme

Hay momentos que cambian para siempre una vida. Para los protagonistas de esta historia ese momento llegó cuando se conocieron.

Un relato real de dos jóvenes apasionados de los viajes, que se conocieron por casualidad o por obra del destino en la frontera peruano-boliviana durante un viaje por Perú, Bolivia y Argentina.

Corría el año 1980,  época de plenas dictaduras militares en la gran mayoría de países de América del Sur. Aunque conscientes de estos hechos, los protagonistas de 24 y 26 años, deseosos de conocer otras culturas, se vieron envueltos de una forma totalmente involuntaria en el peligroso mundo de las drogas.

Fueron detenidos por gendarmes en el puesto fronterizo de Aguas Blancas (Argentina) en su viaje de regreso a su país (Uruguay) y desde ahí, trasladados primero a la Gendarmería de Orán y luego a la Penitenciaría de la ciudad de Salta donde permanecieron privados de su libertad.

Es entonces cuando empieza una terrible pesadilla, imposible de imaginar.

Desde el primer momento la meta de los protagonistas era lograr la supervivencia y la puesta en libertad, pero pronto se dan cuenta de que no iba a ser tan sencillo.  A pesar de que apenas se conocían, tuvieron que confiar el uno en el otro para hacerse fuertes, evitar los malos pensamientos y poder canalizar los sentimientos de frustración.

Una vivencia llena de incertidumbres, angustias, decepciones y desesperaciones que marcó la vida de los dos protagonistas para siempre.