Cuando el infierno sea
y las aves vuelen esquivando las llamas.
Cuando los brazos se extiendan sobre el fuego
queriendo alcanzarlas,
y el calor sea lo que los sueños nunca fueron.
Cuando los hombres de piedra con sus entrañas calientes
miren satisfechos como nada cambia,
y las aves recuperen sus alas
y hablen las bocas que fueron silenciadas.
Cuando los espíritus vacíos,
los espíritus oscuros callen sus actos arrogantes.
Entonces volverán a ser hermosas,
las aves con sus vuelos, los peces en el agua,
las plantas en la tierra y los olvidados recuperarán su canto.
Volverán a brillar sus espíritus y sus palabras.